3 reglas de oro para convivir con su perro



Adoptar un perro no debe ser el resultado de un simple capricho de su hijo o de ti mismo. Se trata de un acto maduro después de haber reflexionado y estar preparado. El perro es un ser vivo con sus estados de ánimo, sus necesidades y sus deseos. Debe asegurarse de respetar  todo esto y organizar su tiempo para responder a sus necesidades.

Sea lo que sea, ahí está, ese tierno animalito es ahora parte de la familia. Para la mejor de las convivencias, tres reglas de oro que hay que seguir:

El maestro y el perro: a cada uno su lugar

Entrenar a su perro comienza asignando los roles: el que impone reglas, es usted, el maestro y no el perro. Este paso es esencial para impresionar al perrito que sin duda es su compañero, pero no el rey: debe no imponerse y sobre todo no ser agresivo. Para esto, a las primeras tonterías, no vacile en mostrarse firmes y en tener tono firme. Por otro lado, no se trata de ir las manos eso no vale la pena! El objetivo es mostrar a su perro cuando estás enfadado dejándolo a un lado y por el contrario, hacerle regalos/fiestas/juegos cuando aprendió algo bueno.

Una complicidad que hay que crear

A medida que pasen los días, aprenderá a desarrollar un fuerte lazo con su mascota: en juegos, mimos, salidas al exterior, etc. El número de posibilidades es alto! Dependiendo de su modo de vida y sus pasiones, no dude en compartir un máximo de momentos con tu perro. Si tiene la oportunidad, llévalo contigo a trabajar. Cuanto más compartiran de momentos, más serán cómplices.

Asignarle un lugar a su perro

Quien dice tener un perro no necesariamente comparte su cama y el sofá. Cada uno deberá definir el lugar que dejará a su perro y esto incluso antes para traerlo a casa de cachorro. De este modo, evitará desde el principio que su perro tome demasiados malos hábitos: no desea que vaya a la cama? Entonces es mejor prohibirle pronto el acceso a su habitación.

Tener un perro pide pues prepararse antes de su llegada pero también y sobre todo adaptar su comportamiento una vez  que el perro esté presente en su vida. ¡Hay que ser a la vez paciente y estricto, pero sobretodo compartir tiempo con su mascota!



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